Tuesday, August 28, 2012

Aniversario de la Muerte de Manolete


Aniversario de la muerte de Manolete

En los anales de la tauromaquia brilla con resplandeciente luz propia el nombre de Manuel Rodríguez Sánchez, “Manolete”; Nacido en la ciudad de Córdova de la región de Andalucía en España, tierra de grandes toreros de la talla de  Rafael Molina Sánchez “Lagartijo”, Rafael Guerra “Guerrita”, Rafael González Madrid “Machaquito” y Manuel Benítez "El Cordobés" mas recientemente, Manolete nació el 4 Julio de 1917, fue hijo de Manuel Rodríguez “Manolete Padre”, quien tomó la alternativa en Las Ventas el 15 de septiembre de 1907; Le cedió los avíos de matar  Machaquito y como testigo Cocherito de Bilbao, con toros la ganadería de Esteban Hernández, sin embargo el primero de la dinastía de los Rodríguez de Córdoba, fue su tío abuelo José Dámaso Rodríguez  “Pepete”, quien recibió la alternativa el 12 de agosto de 1850 en Sevilla, de manos de Juan Lucas Blanco muriendo años después de una cornada en la plaza de Madrid.
Manolete recibió la alternativa en Sevilla el 2 de julio de 1939, cediéndole los trastos de matar y  la muerte del toro “Comunista” de la ganadería de Clemente Tassara, Manuel Jiménez ‘Chicuelo’, siendo testigo de la alternativa Rafael Vega de Los Reyes “Gitanillo de Triana”.
La confirmación de su alternativa tuvo lugar en Madrid el 12 de octubre del mismo año, de manos de Marcial Lalanda y como testigo Juan Belmonte Campoy, quien también se confirmó en este festejo, lidiándose un encierro de Antonio Pérez Tabernero.
Fue en el antiguo coso de El Toreo de la Condesa en la Ciudad de México D.F, y bajo un pesado ambiente de expectación causado por la fama que lo precedía el día 9 de diciembre de 1945, cuando el “Compadre” de Texcoco Silverio Pérez le confirmó la alternativa en “America” con el toro “Gitano”, herrado con el número 3 de la zacatecana ganadería de “Torrecillas” y atestiguando la ceremonia Eduardo Solórzano.
El Rostro Mistico de Menolete
Fue en entonces cuando la afición Mexicana conoció la imagen adusta de Manolete con su mirada melancólica que irradiaba por los ojos melancolía y tristeza y su aspecto físico delgado y enfermizo creó la mítica personalidad del torero quien con los bártulos de torear se convertía en un poderoso lidiador capaz de crear faenas de una dimensión artística que rayaba en lo temerario y que reafirmaba su sapiencia frente a los toros; una anécdota al respecto es la entrevista que el cronista Paco Malgesto le hiciera luego de una cornada que sufrió,
Paco Malgesto y Menolete
Malgesto le comentó “…El toro venía vencido y con un paso atrás, la cornada se hubiera evitado…”
La respuesta de Manuel fue, – “Efectivamente, pero si doy un paso atrás, no me llamaría Manolete.
El Maestro toreo un total de 38 corridas en la republica Mexicana; El 12 de Enero de 1946 se presentó en la Plaza de toros Revolución de Irapuato, Guanajuato “El monstruo de Córdova” en un cartel de cuatro matadores al lado de: Gitanillo de Triana, Silverio Pérez y Jesús Guerra “Guerrita” con reses de la ganadería de La Punta.
Al multicitado “Monstruo de Córdova” le cupo la satisfacción de inaugurar la Plaza de toros México de la Av. Insurgentes en el Distrito Federal el día 5 de febrero de 1946, al lado de Luis Castro “El Soldado” y Luis Procuna con toros de San Mateo; “Manolete” cortó la primera oreja en la historia de ese coso al burel “Fresnillo”, en esa ocasión vestía un elegante terno color tabaco con pasamanería de oro.
La inexorable cita de Manolete con su destino y su muerte fue en la plaza do toros de Linares el día 28 del nefasto mes de agosto de 1947, alternando en esa corrida con Luis Miguel Dominguín y Gitanillo de Triana con toros de “Miura”.
El Fatidico Cartel
El segundo toro del lote de Manolete de nombre Islero con el numero 22 de la ganadería de Don Eduardo Miura de casi 700 kilos traía en los pitones marcada la suerte del místico Manolete, su pinta era descrita como entrepelado cano, bragado con cornamenta astigordo, de cepa gruesa y el pitón romo, el diestro recibe a Islero con tres verónicas soberbias y lo coloca en suerte para la vara, recibe tres puyas el burel recargando contra el varilarguero con codicia y fuerza, a los subalternos los puso en apuros en el tercio de banderillas, con la muleta Manolete le orquesta 5 naturales que levantan el animo de los tendidos, le da un respiro a Islero y comienza otra tanda de naturales seguidos de una serie de molinetes terminando la serie de rodillas que llevan al respetable a la locura, cayendo las primeras prendas a la arena del ruedo, en seguida le instrumenta una serie de 4 Manoletinas, el pase de su creación, y remata la faena con una serie de adornos que hace rugir a la multitud en los tendidos, hasta igualar a la bestia para tirarse a matar con la muleta a la cintura y en el viaje es prendido recibiendo una cornada seca en la ingle del muslo derecho que lo suspende en el aire por unos segundos produciéndole la cornada con el cuerno derecho que el toro hunde hasta la cepa produciendo la cornada de 20 centímetros que atraviesa la vena femoral en el triangulo de escarpa, rompiendo además otras venas y arterias, brotando un ardiente manantial de sangre que baña la dorada arena del ruedo de Linares, produciendo una extensa hemorragia y shock traumático.
La intervención médica en la enfermería de la plaza duró 40 minutos. Manolete no dejó de sangrar. Rápidamente, la primera trasfusión, luego otra trasfusión de un donante anónimo al parecer un guardia civil. El maestro se quejaba, porque le dolía mucho la pierna:
-¿Murió "Isleño"?, preguntó.
-Si, maestro, sin requerir puntilla. Ahí tiene usted, junto a la cama, las dos orejas y el rabo – le contesta alguien en la enfermería.
A las 9 de la noche es llevado al Hospital de los Marqueses de Linares para una segunda operación, a las pocas horas el torero se recuperó, habló, se fumó un cigarro, y hasta  preguntó cómo había ido la corrida, aunque seguía débil.
A la llegada del doctor Giménez Guinea, en quien Manolete tenía mucha confianza, ordenó que se suspendieran las transfusiones y que se le aplicara un plasma Noruego que Álvaro Domecq había conseguido con el gobierno.
Posteriores investigaciones habrían llegado a la conclusión de que se trataba de un plasma que se había usado con relativo éxito durante la segunda guerra mundial, este plasma provenía de un lote del dicho medicamento que el gobierno de Noruega había donado al régimen español como auxilio durante la explosión del Polvorín de Cádiz un par de meses atrás pero que en a la fecha probablemente ya había caducado su periodo de utilidad, causando una reacción alérgica pues no bien comenzó la aplicación del medicamento cuando el matador susurró, “No veo nada“, llamando a su peón de confianza - “David, David“ y expira inmediatamente cuando eran las cinco de la mañana con siete minutos de día 29 de Agosto de 1947 a la joven edad de 30 años.
Certificado de Defunción  de Manolete

La Muerte de Manolete produjo una conmoción nacional dada su estatura de ídolo de las multitudes y de su influencia en la identidad de la nación como emblema de la nación ante el mundo, en México y Latinoamérica las muestras de condolencia y luto fueron del conocimiento de gente que ni siquiera tenia una plaza de toros en su población o mostraban inclinación hacia la fiesta taurina.
Las mortajas del torero fueron sepultadas el día 30 de Agosto, en el panteón de la Familia Sánchez de Puerta, quienes fueron íntimos amigos del espada, ahí duró enterrado algo más de cuatro años, al escultor Amadeo Ruiz Olmos se le encomendó la tarea de extraer de un pedazo de mármol el mausoleo en el que descansa desde el 15 de octubre de 1951, en el Cementerio de Nuestra Señora de la Salud a donde millares de aficionados llegan a presentar sus respetos al Monstruo de Córdova sin haberlo conocido pero consientes de la influencia que éste tuvo en la fiesta de Oro, Seda, Sangra y Sol, Descanse en paz el Maestro!!!
La vida profesional taurina de Manolete se resume en fríos números de la siguiente manera: 36 Novilladas entre los años de 1936 y 1939, una vez doctorado como matador de toros, actuó en 448 festejos en España, 38 corridas en México, 10 apariciones en Perú, 7 carteles en Portugal, 4 en Colombia y 2 en Venezuela produciendo un total de 509 apariciones como matador de toros y 36 Novilladas, consiguiendo infinidad de trofeos de sus enemigos lidiados e incontables trofeos taurinos y reconocimientos producto de las faenas a los astados estoqueados.

Tuesday, August 21, 2012

Hoy Nacemos


Presentación

Este 21 de Agosto de 2012 a solo unos días del pasado aniversario 39 de la inundación de la ilustre y noble ciudad de Irapuato, nos embarcamos finalmente en un sueño acariciado por algún tiempo, el humilde espacio frente a sus ojos será una ventana para mostrar una diversidad de tópicos que espero con humildad resulte de interés a las personas que por accidente o por curiosidad se acerquen a ella; La intención es de atraer la atención de los visitante a esta página y resaltar o hacer notar ideas y acontecimientos que vienen a mi mente y que me gustaría compartir con el viajero cibernético que las encuentre, el deseo dominante es de que ésta aventura no termine como el célebre Rosario de Amozoc, en un disparate o desaguisado, a propósito del llamado Rosario de Amozc creo que es un buen tema para exponerlo como inicio de este blog.

Con frecuencia escuchamos la frase: “Ojala no termine esto como el Rosario de Amozoc”, aparentemente la raíz de esta expresión se remonta al tiempo de la Colonia a finales del Siglo XVI, se rumora sin ser una afirmación dogmática que sucedió en el año de 1797, en la población de Amozoc de Mota en el estado de Puebla, nombre de origen náhuatl que significa: “lugar en donde no existe lodo”.
En este tranquilo poblado de artesanos y gente sencilla y trabajadora, tenia su residencia un mancebo llamado Alberto, quien era el dirigente de una agrupación de orfebres plateros de las más importantes de la región y Enrique, líder del segundo gremio, éstos de forjadores de hierro y también de gran relevancia en la comunidad.
Ambos jóvenes estaban prendidos de una bella muchacha de nombre Catalina a la que todo mundo conocía como “La Culata”, la disputa por los favores de la hermosa hembra, con el correr del tiempo, tomó tonos de animosidad elevados al punto de convertirse en un odio incontrolable que Enrique sentía por su rival en amores Alberto quien aparentemente era el receptor de los favores de “La Culata” y en cuanta ocasión se presentaba, había connatos de riña entre ellos, hasta que Alberto optó por no asistir a las celebraciones religiosas del santo patrono de la villa para evitar los roces con Enrique, pero éste a su vez tampoco se hizo presente para evitarle a Alberto la oportunidad de encontrarse a solas con Catalina.
Cuando ellos, como líderes de los principales gremios de trabajadores en el poblado se ausentaron de los preparativos y celebraciones en honor del santo patrono de la comunidad, La Virgen del Rosario, sus cuadrillas de agremiados se unieron al boicot sin saber bien a bien la razón, bastaba que sus jefes no asistieran para seguir su ejemplo.
La influencia que los mancebos ejercían en sus gremios se hizo notoria en la celebraciones de aquel año pues sus afiliados dejaron de asistir, ahora por encargo directo de los cabecillas, las celebraciones se vieron desangeladas, deslustradas y sin atractivo por la escasa asistencia popular a las fiestas además de la falta de recursos económicos que los artesanos de las dos cofradías aportaban para la festividad, razón por la cual el siguiente año las autoridades, tanto civiles como eclesiásticas preocupados por un posible enfrentamiento y presagiando lo deslucido de las ya próximas festividades, convocaron a los dos lideres a una reunión en la que después de amonestarlos y mediante el dialogo, llegaron a un convenio celebrando un pacto mediante el cual ambos agrupaciones se comprometían a poner sus diferencias a un lado durante una tregua para la preparación y celebración de las fiesta religiosa, entre las obligaciones de los gremios, estaba el costear las festividades del Santo Patrono y de común acuerdo los dos bandos cooperaron por partes iguales para sufragar los gastos de música,  pólvoras y castillos que darían brillo y esplendor a las celebraciones.
La preparación durante algunos días, luego del compromiso contraído, resultó todo un éxito pues ambas camarillas ayudaron con sus esfuerzos; el día de las festividades, el pueblo completo se regocijaba con las devociones y liturgias desde la madrugada con el repique de campanas y quema de cohetes durante la alborada y la tradicional serenata musical matutina, a lo largo del día la celebración se convirtió en un festival de regocijo, buena voluntad y armonía entre los moradores de Amozoc, aunque entre Enrique y Alberto se conservaba una prudente distancia pues la presencia de “La Culata” no dejaba de causar animosidad entre los dos pretendientes que la cortejaban ya que solamente los contenía el compromiso contraído con el sacerdote y el alcalde del pueblo; luego de la procesión de los Cristos por las calles del poblado, se celebró un solemne tedeum y para finalizar; el broche de oro de las celebraciones era el Santo Rosario que los fervorosos habitantes del pueblo rezaban con admirable devoción, al terminar los Misterios Gozosos y comenzar la letanía, como la ocasión era postinera se cantaba en latín la y al final de cada alabanza que el solista en el coro con el acompañamiento del órgano lanzaba, el pueblo contestaba al unísono “Ora pro nobis”, así fueron trascurriendo las invocaciones y el pueblo contestando Ora pro nobis… Mater puríssima. Con lagrimas en los ojos las ancianas del pueblo elevaban sus plegarias a Mater  puríssima y contestaban, Ora pro nobis, Mater castíssima. Ora pro nobis, Sin entender el significado de las invocaciones por el extraño lenguaje, la feligresía contestaba emocionada, Ora pro nobis, Mater invioláta. Ora pronobis, Mater intemeráta. Ora pro nobis, de repente el artista con todo el fuelle de que eran capaces sus pulmones y su afinadas cuerdas bucales lanzó hasta las bóvedas de aquel sagrado recinto, Mater inmaculáta.
Los tensos nervio de Alberto lo traicionaron y escuchó “Maten a la Culata” como una orden celestial y saltó sobre la bella Catalina blandiendo el puñal que siempre cargaba y con él en la mano y de un golpe hirió grotescamente al objeto de sus pasiones, Enrique reaccionando a la agresión se abalanzó sobre su enemigo y en menos que canta un gallo los dos bandos se enfrascaron en una terrible gresca que degeneró en una ordinaria batalla campal que al final dio como resultado varios muertos, mujeres desgreñadas, ancianos con moretones, niños con chipotes y una gran cantidad de gente mallugada, todo por un mal entendido al alabar a la “Madre Inmaculada”
Cuando las averiguaciones llegaron a su fin, la autoridad Virreinal, suspendió indefinidamente las procesiones y de los actores de aquel episodio, unos fueron encarcelados, otros fueron condenados a trabajos forzados y bajo un velo de misterio también fueron desterrados de la población, la hermosa Catalina “La Culata” en compañía de Alberto sin volverse a saber de ellos.
Desde entonces cuando las cosas comienzan a pintar de color desagradable en alguna manifestación sindical, en el tendido de una plaza de toros, en una reunión social, o en una simple tertulia entre amigos, siempre se escucha el famoso refrán, “Ojala esto no termine como el Rosario de Amozoc”.
A menudo suele leerse en las reseñas deportivas de los diarios deportivos, luego de un Clásico en el Azteca entre Chivas y Aguilas, “Aquello terminó como “El Rosario de Amozoc” entre los apasionados partidarios de ambos equipos